Ayer,
por la noche, antes de dormir mi nieto temblaba. Pensé que estaba
enfermo o tenía gripe. Noté que sudaba, entonces le pregunté:
- ¿Qué te pasa, hijito?
-
Nada abuelo. Esteeeee, la verdad, hoy me han contado un relato. Dicen
que en Pachía existe un tesoro oculto, allí existe oro. ¿Es verdad eso,
abuelito? ¿Tú qué sabes?
-
Te voy a contar un secreto. Cuando los españoles capturaron al último
Inca, los súbditos ordenaron que juntasen todo el oro del imperio, para
pagar el rescate. Los antiguos pobladores de Tacna, juntaron el oro.
Cuando estaban llevando en llamas, el oro; se supo la fatal noticia:
habían matado al Inca.
El
jefe de Tacna, ordenó que enterraran en Pachía, todo el oro, junto con
las llamas y sus conductores. Todos fueron cubiertos de tierra, vivos.
Así
se mantuvo en secreto el tesoro de Tacna. En 1833, un arriero encontró
una llama con un poco de oro. Avisó a sus familiares; entonces, se
fueron a excavar, para sacar el metal precioso. Cuando vieron un objeto
pesante, que brillaba como el sol. ¡Sorpresa! Un terremoto en Tacna, era
el año de 1833.
Pasaron
los años, y en 1868, un buscador de minas encontró objetos de oro. Hizo
emborrachar a varios campesinos de Calana y Pachía, y luego los llevó
para extraer el oro. Cuando vieron que algo brillaba, se dieron cuenta
que iban a ser millonarios. Fatalidad, un terremoto y un maremoto
destrozó Tacna y Arica.
Una
empresa minera, el 23 de junio del 2001, encontró oro de alta calidad.
Gracias a los detectores de metales preciosos, el sueño de ser ricos iba
a ser una bella realidad. ¡Desgracia! Un terremoto asoló la región sur
del Perú y el norte de Chile.